La demanda energética global está en aumento. La generación de electricidad a partir de combustibles fósiles produce cantidades importantes de CO2, lo cual afecta gravemente al clima. Medidas tales como el Protocolo de Kyoto y los objetivos de la UE de recortar los niveles de CO2 han convertido a la reducción del dióxido de carbono en un asunto clave. La captación y almacenaje de carbono (CCS) es una tecnología fundamental con potencial para reducir de manera significativa los niveles de CO2 producidos por las centrales eléctricas de combustibles fósiles.
Existen tres procedimientos distintos para reducir el CO2 en los gases de combustión de las centrales eléctricas por combustibles fósiles. El más extendido es la captación post-combustión, una tecnología que elimina el CO2 de los gases combustibles mediante el lavado tras la combustión. La captación pre-combustión usa el Ciclo Combinado de Gasificación Integrada (IGCC), una tecnología que convierte el carbón en gas y provoca una reacción de conversión. El hidrógeno resultante puede usarse como combustible para las turbinas de gas. La combustión por oxi-combustión del oxígeno en vez del aire durante la combustión para eliminar el nitrógeno del gas combustible.
Linde ofrece una amplia variedad de soluciones para aplicaciones de CO2. Hemos realizado varios proyectos en el sector del CCS, por ejemplo, en la central eléctrica piloto de oxi-combustión de la empresa eléctrica Vattenfall en Schwarze Pumpe, y dentro del marco del proyecto de almacenamiento de CO2 en Ketzin, Alemania, del centro de investigación alemán GFZ. Linde es un proveedor profesional y socio innovador para la construcción de plantas de separación de CO2 en el sector energético y en la industria química y metalúrgica.