La energía a partir de biomasa se produce utilizando materiales de residuos agrícolas y forestales o cultivos energéticos plantados para tal fin. Tiene el potencial de cubrir una larga proporción de la demanda global de energía. El futuro técnico y económico de la bioenergía es brillante, y el sector está preparado para ampliarse considerablemente en el futuro.
El uso de la biomasa para generar energía tiene muchas ventajas. Preserva los cada vez más escasos combustibles fósiles, y no emite más dióxido de carbono del que absorbieron al principio las plantas. Se trata de una fuente de energía flexible, que puede suministrarse como materia prima sólida, líquida o gaseosa y puede usarse para generar calor y electricidad y como alternativa de los combustibles convencionales.
Los gases técnicos juegan un papel esencial a la hora de convertir la biomasa. Fomentan los procesos químicos (de biocarburantes, de biodiesel y de biogás), refinan los productos y reducen los riesgos:
En los procesos de los biocarburantes líquidos procedentes de la biomasa (BTL), el oxígeno se usa para la gasificación, el nitrógeno para la inertización y el hidrógeno para la hidratación
- En la producción del biodiesel, el nitrógeno se usa para la inertización y la recirculación de los depósitos
- En la producción de biogás, el oxígeno se usa para la desulfuración y el nitrógeno para la inertización y preparación del suministro a la red.
Nuestro equipo de ingenieros suministra gases industriales y se ocupa de distintos proyectos prometedores, entre los que se encuentra la asociación, recientemente acordada, con Südchemie para la producción de biocombustibles de segunda generación a partir de residuos de paja.
En Leuna, estamos instalando en la actualidad una planta de demostraciones para generar hidrógeno "ecológico” a partir de glicerina, un producto derivado de la producción de biodiesel.